
Recientemente he leído un post comentando un artículo de ‘learning machine’, en este concluye que en un futuro hombres y ‘máquinas inteligentes’ podríamos ser compañeros de trabajo. Inmediatamente me surge preguntas. ¿Realmente tenemos que crear ‘máquinas’ a nuestra imagen y semejanza? ¿Hasta dónde tenemos que dotarlas de sentimientos e instintos?. El hombre capta estímulos a través de los sentidos y de ese cocktail formado por conocimientos, experiencia, emociones e instintos obtiene una respuesta. Aplicando el mismo combinado a las máquinas y dotándolas de capacidad ilimitada de acceso a datos y una mayor velocidad de proceso parece a primera vista que éstas estarían en un nivel superior al hombre lo que no deja de producirme una visión apocalíptica.
Despacho profesional dotado de herramientas complejas
Dejando de lado este futurible y centrándonos en nuestro sector. Vemos como ha evolucionado tanto software como hardware y como ha cambiado la forma de trabajar. Hemos pasado de trabajar de forma individual a trabajar en grupo, de forma local a trabajar en la nube o al teletrabajo y del blanco y negro al color. Hoy es inviable pensar en un despacho profesional que no esté arropado por herramientas complejas y fiables. Los impuestos y las nóminas requieren de un alto nivel de información. El usuario debe conocer la normativa y como procesarla.
Actualmente un programa contable ha de informar los libros de contabilidad, los libros registros, y los distintos modelos de Hacienda. En el caso concreto del IVA, con la casuística de operaciones que recoge, el programa contable ha de informar de bases, tipos de operaciones, si está o no excluido del modelo 347, es decir toda una serie de información necesaria para la correcta confección de los impuestos.
Otra serie de herramientas para el funcionamiento «inteligente» del despacho
Al margen de estos programas ‘troncales’ hay otra serie de herramientas auxiliares para el funcionamiento ‘inteligente’ del despacho. La mejora de funcionamiento viene de la gestión documental no sólo como forma ágil de archivo y consulta sino como auxiliar contable. Potentes OCR reconocen las facturas y las convierten en un archivo encriptado y un asiento contable. Pero volviendo al principio del post, ¿esto realmente lo convierte en una máquina inteligente?. Bueno tiene cosas fantásticas, evita el error del mecanizado de datos, es capaz de recordar que nif va con cada proveedor o cliente y cual es la cuenta asociada, que tipos de operaciones realiza, etc. Lo que no hace es leer los conceptos de la factura para saber si la contrapartida es la de siempre o hay que utilizar otra.
La inteligencia vendrá cuando las máquinas sean capaces de intercambiar información de forma automática. El proveedor emita una factura/archivo de manera que informe en el programa del cliente del asiento contable de los vencimientos e inclusive gestione las altas de almacén. Los bancos envíen los movimientos de forma entendible por los programas, la N43 no es operativa. Cuando las máquinas sean capaces de consultar con el ICAD y tomar sus propias decisiones contables. En ese momento las máquinas serán inteligente y yo disfrutaré de mi jubilación… o no.
Antonio Díaz de Mera Esteban
Dpto. Fiscal