Cuando tienes una sociedad, uno de los momentos clave es cuando decides retirar dinero de ella, ya sea para premiar tu esfuerzo y el de tus socios o para usar esos fondos en otros proyectos personales. En este punto, existen distintas maneras de hacerlo sin complicaciones, ¿cuáles son las estrategias más comunes, sus beneficios y qué deberías tener en cuenta? Nuestro socio Francisco Fernández, lo explica en elEconomista.
«Si eres un profesional que presta servicio a tu sociedad, una opción es aumentar los honorarios profesionales que recibes por tu trabajo en la empresa. Esto es bastante directo: si trabajas más o aportas un valor mayor, podrías recibir un aumento en la retribución de tu trabajo. Esto es bueno porque reduce la cantidad de impuestos que la empresa tiene que pagar. Sin embargo, es importante que todo esté bien documentado y que los pagos se justifiquen adecuadamente, para evitar problemas fiscales. Además, este dinero extra aumentará tu ingreso anual, lo que significa que podrías pagar más en tu declaración de renta personal», explica Francisco.
Otra manera es asignarte un salario como administrador si los estatutos de la empresa lo permiten. Esto, explica para elEconmista, también puede ser deducible para la empresa, lo que ayuda a reducir impuestos. Pero, como en el caso anterior, aumentará tu ingreso personal y, por ende, lo que debes pagar por IRPF. Un detalle a considerar es que estos salarios llevan una retención importante, pero esto se ajusta en tu declaración anual, pudiendo resultar en una devolución si las retenciones superaron a lo que realmente debías pagar.
Repartir dividendos es otra ruta. Si quieres seguir leyendo el contenido publicado en elEconomista, pulsa aquí.